Ayer he recibido para su custodia el equipo fotográfico que me habían hurtado en Julio del 2013. De todo se aprende, y por mi parte, he aprendido a no ser tan confiado con el equipo. ¿Quien podía pensar que esto me iba a pasar a mi?. Además, en un pueblo tranquilo como este.
He aprendido también que La Guardia Civil hace muy bien su trabajo. Todo el destacamento de Burela se ha volcado con el caso. Los guardias dedicados a la investigación se han esforzado en entender unas pruebas bastante complejas técnicamente para un neófito en materia fotográfica/informática.
Del mismo modo, la gente del mundillo fotográfico de la comarca, especialmente de nuestra asociación "Os Negativos" han ayudado para alcanzar este final. También es inestimable la ayuda de otros amigos y conocidos que nos dieron la llave para llegar a las conclusiones a las que llegamos.
La clave para localizar la cámara ha sido el uso por parte del receptador de los datos EXIF en la red y en envíos de archivos jpg. Estos datos son guardados por las cámaras fotográficas (móviles incluidos) al tomar una fotografía. Entre los datos que proporciona este código están los datos fotográficos propiamente dichos (velocidad de obturación, apertura, sensibilidad ISO, distancia de enfoque, si el flash se ha utilizado o no...), y otros datos sobre el equipo como son el modelo del dispositivo, su número de serie e incluso si se programa, el nombre del fotógrafo.
No todas las webs o servidores conservan estos datos al subir una foto. Por ejemplo Facebook los fulmina, de la misma forma que Instagram. La suerte ha sido que dos usuarios de la comarca (como mínimo) han sacado fotos con mi cámara, las han subido a Flickr y no han tenido la precaución de desactivar la exportación de los metadatos EXIF.
Tras cientos de búsquedas en la web, una casualidad me llevó a encontrar estas fotos. Tras notificarlo al cuartel de la Guardia Civil de Burela, los guardias han conseguido recuperar gran parte del equipo en un tiempo récord.
Como recomendación para fotógrafos, guardar todas las facturas, exigir facturas en las que consten los números de serie, conservar las cajas de todo lo que se compre, ser cuidadoso y contratar un buen seguro.
Como recomendación para ladrones, oportunistas o buscadores de gangas de material robado... usar la inteligencia un poco más. Todo lo que se hace público deja un rastro y hay gente que usa el olfato como un sabueso, sobre todo cuando le tocan el bolsillo. Es mejor gastar un poco más en equipo de procedencia contrastada, o llevar un equipo inferior, que pasar la vergüenza propia (si se posee) o familiar, de verse envuelto en un proceso judicial.
Muchísimas gracias de nuevo a todos los que han participado, de una forma u otra en la recuperación de mi equipo.